Se trata de una cifra tan colosal que resulta difícil dimensionarla. Según proyecciones globales, entre el presente y el año 2029 se invertirán aproximadamente 3 billones de dólares estadounidenses en la construcción y equipamiento de centros de datos destinados a sustentar el crecimiento de la inteligencia artificial (IA).
Esta estimación, proveniente del banco de inversión Morgan Stanley, señala que alrededor del 50% de la inversión se destinará a la edificación de nuevas infraestructuras, mientras que la otra mitad cubrirá los costos del hardware especializado que hace posible la actual revolución tecnológica impulsada por la IA. Para comprender la magnitud de esta inversión, su valor es comparable al Producto Interno Bruto (PIB) de toda la economía francesa en el año 2024.
En el caso específico del Reino Unido, se prevé la construcción de cerca de 100 nuevos centros de datos en los próximos años, con el objetivo de atender la creciente demanda de procesamiento asociada a la inteligencia artificial. Parte de estas instalaciones estarán destinadas a Microsoft, empresa que recientemente anunció una inversión de 30.000 millones de dólares en el sector tecnológico británico, consolidando así su papel como uno de los principales impulsores de la infraestructura global de IA.