Tomado de: https://ecoinventos.com/kinner/
El núcleo del diseño de Kinner se basa en la propulsión principalmente por fuerza muscular, complementada con asistencia eléctrica que facilita la conducción a baja velocidad. Esta característica resulta especialmente práctica en entornos urbanos o al enfrentar pendientes.
Con un chasis compuesto y ruedas similares a las de una bicicleta de carretera, Kinner destaca por su ligereza, con un peso que oscila entre 50 y 60 kg según las opciones elegidas.
El diseño de Kinner está orientado tanto a la comodidad como a la visibilidad. La posición de conducción permite a los usuarios sentarse de forma ergonómica mientras mantienen una excelente visión de su entorno, lo que lo convierte en una opción ideal para los desplazamientos diarios y las actividades recreativas.
Además, Kinner resalta su versatilidad para contextos sociales, como detenerse en una terraza para disfrutar de una bebida en compañía de amigos.
El Kinner puede registrarse como un Speed-pedelec, lo que habilita su asistencia eléctrica para operar hasta una velocidad de 45 km/h. Sin embargo, gracias a su diseño, es posible superar este límite utilizando exclusivamente la fuerza muscular, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes buscan un reto físico.
Su diseño incorpora sistemas de pedales independientes para ambos ocupantes, equipados con mecanismos de rueda libre que permiten pedalear de forma autónoma, aumentando así su funcionalidad y comodidad.